La jornada de compra del consumidor se ha vuelto muy sofisticada con la digitalización del comercio al por menor y no es para nada lineal.
Por el contrario, son tantas las combinaciones posibles de canales durante la adquisición de un producto o servicio que, si este fuera retratado en un dibujo, ese recorrido traería una imagen repleta de líneas que se cruzan, descruzan, van y vuelven, hasta que llegue el momento tan esperado: el de la compra.